«¿Por qué me cuesta tanto tomar sannyas?»
Yo afirmo que no puedes tomar
sannyas deliberadamente; es algo que te acontece, como el amor; es algo que te
sobreviene, como el sueño.
No puedes esforzarte por tener
sueño, no puedes esforzarte por enamorarte; son cosas que no forman parte del
mundo de la acción.
La primera dificultad que tienes
es que estás pensando en tomar sannyas.
Olvídate y el sannyas te tomará a
ti.
De repente te darás cuenta: «Dios
mío, soy sannyasin».
Es algo que llega y lo hace de una
forma silenciosa y delicada.
Pero la idea de tomar sannyas, en
esencia, es un error; por eso surge esta dificultad.
Y aunque lo hagas, será falso; no
será verdadero sannyas; simplemente estarás soñando que has tomado sannyas.
El verdadero sannyas llega sin
más, en un momento, y te posee, surge de tu propio corazón y no puedes
evitarlo.
Es el latido de tu propio corazón.
De modo que lo primero que tienes que evitar es la idea de tomar
sannyas.
Quédate aquí
unos días y disfruta.
Fíjate en cómo abren las alas los
demás pájaros en el cielo.
Participa en sus canciones, en sus
bailes, sin preocuparte del sannyas.
Y en un momento en el que estés
inmerso en la danza y el canto, cuando no estés ahí..., sentirás que empieza a
suceder, que ocupa tu ser más profundo.
No es algo que tengas que hacer, es algo que se desarrolla dentro de
ti.
No es un artículo que tengas que comprar, es una cualidad, una
gracia, una búsqueda que empieza a desplegarse dentro de ti, como cuando
desaparece una semilla en la tierra y en su lugar empieza a salir una planta.
Esa planta estaba dormida dentro
de la semilla y ha despertado.
El sannyas está dormido dentro de ti, pero solo dormido.
Por eso, baila con locura, canta con locura, medita, disfruta de todas
estas personas, de esta excéntrica comunión, y el momento llegará por su cuenta.
Cuando estés maduro, verás que no
hay nada más fácil que el sannyas.
El sannyas no es una religión, es
una búsqueda.
OSHO