Una prostituta, la más famosa prostituta de Atenas, una vez fue a ver a Sócrates. Y unas cuantas personas estaban allí sentadas, y Sócrates les hablaba. La prostituta miró a su alrededor y le dijo a Sócrates:-¿POR QUÉ?; UN GRAN HOMBRE COMO TÚ, ¿Y SÓLO HAY ESTA POCA GENTE ESCUCHÁNDOTE?
¡CREÍ QUE TODO ATENAS ESTARÍA AQUÍ!
Y no veo a los más respetables, a los más honorables (políticos, sacerdotes, intelectuales) no los veo por aquí…
¿QUÉ PASA?
Ven, Sócrates, a mi casa un día;
¡TE LOS ENCONTRARÁS HACIENDO COLA!
Sócrates dijo:
-Tienes razón; porque tú abasteces una demanda universal…
YO NO
¡!! YO SÓLO ATRAIGO A UNOS POCOS ¡!!
LOS DEMÁS NO PUEDEN SENTIR MI AROMA
¡ME EVITAN!
AUNQUE SE CRUCEN CONMIGO…
¡!! SE ESCAPAN, TIENEN MIEDO ¡!!
ES UN AROMA COMPLETAMENTE DIFERENTE
La prostituta debía de ser tremendamente inteligente. Miró a los ojos de Sócrates, se inclinó ante él, y dijo:
-SÓCRATES, ACÉPTAME COMO AMIGA TUYA -Y NUNCA SE MARCHÓ…
Debe haber sido una mujer de gran consciencia... un cambio tan repentino,
¡ELLA LO ENTENDIÓ INMEDIATAMENTE!
OSHO
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