A
un verdadero sannyasin, a un auténtico ser que ha llegado a su ser, no le surge
la pregunta
«...
¿realmente eres tú mi maestro?».
Solo
hay una forma de descubrir quién es tu verdadero maestro.
Cuando
en su presencia, en su universo de buscadores, en su caravana de buscadores, de
repente te encuentras a ti mismo y descubres un éxtasis que no habías
experimentado antes, y una bendición que ni siquiera habías soñado; después de
esta experiencia se esfuman todas las preguntas...
El
hecho definitivo es este:
no
hay ninguna pregunta.
Todas
las preguntas desaparecen como las hojas que caen de los árboles en otoño.
Solo
cuando desaparezcan todas las preguntas y, con ellas, los pensamientos de tu
mente, la respuesta será que has encontrado a tu verdadero maestro.
No
puedes decidirlo de antemano porque esto no es un mercado; nadie ha escrito en
su puerta:
«Soy
el verdadero maestro».
Tendrás
que aprender a tener paciencia y a esperar.
Nunca
se sabe, puede suceder hoy o puede llevarte años, todo depende de ti.
El
maestro solo crea un determinado ambiente sutil.
Aquí
puedes encontrar ese ambiente.
Si
entras en armonía con él, eres un sannyasin.
Y
si, poco a poco, te vas disolviendo y te vuelves parte de la danza y la
celebración que hay en este lugar, si te vuelves parte de la meditación y del
éxtasis, entonces te darás cuenta de que estás cerca de un verdadero maestro.
Y
si no sucede esto, puede ser por dos motivos:
o
bien el maestro no es auténtico, o bien no eres un auténtico discípulo.
Pero
antes de concluir que el maestro no es auténtico deberías preguntarte por tu
cualidad de discípulo.
¿Qué
has hecho al convertirte en un sannyasin?
¿Se
ha producido algún cambio en ti?
¿Cómo
te has comprometido con este movimiento, de qué manera has entrado en ti mismo,
cómo ha cambiado tu forma de vida?
Todo
depende de ti.
El
darte sannyas significa que te aceptamos, que te abrimos las puertas,
simplemente es eso.
Pero
lo que ocurra dentro del templo depende de ti, de tu inteligencia, de tu
integridad, de tu sinceridad y de tu auténtica búsqueda de la verdad.
OSHO