lunes, 16 de septiembre de 2013

TODO DEPENDE DE TI


 
 




A un verdadero sannyasin, a un auténtico ser que ha llegado a su ser, no le surge la pregunta
«... ¿realmente eres tú mi maestro?».

 

Solo hay una forma de descubrir quién es tu verdadero maestro.

 

Cuando en su presencia, en su universo de buscadores, en su caravana de buscadores, de repente te encuentras a ti mismo y descubres un éxtasis que no habías experimentado antes, y una bendición que ni siquiera habías soñado; después de esta experiencia se esfuman todas las preguntas...

 

El hecho definitivo es este:
no hay ninguna pregunta.

 

Todas las preguntas desaparecen como las hojas que caen de los árboles en otoño.

 

Solo cuando desaparezcan todas las preguntas y, con ellas, los pensamientos de tu mente, la respuesta será que has encontrado a tu verdadero maestro.

 

No puedes decidirlo de antemano porque esto no es un mercado; nadie ha escrito en su puerta:

 

«Soy el verdadero maestro».

 

Tendrás que aprender a tener paciencia y a esperar.

 

Nunca se sabe, puede suceder hoy o puede llevarte años, todo depende de ti.

 

El maestro solo crea un determinado ambiente sutil.

 

Aquí puedes encontrar ese ambiente.

 

Si entras en armonía con él, eres un sannyasin.

 

Y si, poco a poco, te vas disolviendo y te vuelves parte de la danza y la celebración que hay en este lugar, si te vuelves parte de la meditación y del éxtasis, entonces te darás cuenta de que estás cerca de un verdadero maestro.

 

Y si no sucede esto, puede ser por dos motivos:
o bien el maestro no es auténtico, o bien no eres un auténtico discípulo.

 

Pero antes de concluir que el maestro no es auténtico deberías preguntarte por tu cualidad de discípulo.

 

¿Qué has hecho al convertirte en un sannyasin?

 

¿Se ha producido algún cambio en ti?

 

¿Cómo te has comprometido con este movimiento, de qué manera has entrado en ti mismo, cómo ha cambiado tu forma de vida?

 

Todo depende de ti.

 

El darte sannyas significa que te aceptamos, que te abrimos las puertas, simplemente es eso.

 

Pero lo que ocurra dentro del templo depende de ti, de tu inteligencia, de tu integridad, de tu sinceridad y de tu auténtica búsqueda de la verdad.

 

 

OSHO

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